PYMES

IFLACION, PYMES, COMO LAS AFECTA

En un primer análisis del comportamiento de los precios dentro de un contexto inflacionario, la evolución de los mismos es un dato del conflicto al cual deberemos tomar especial atención.

En el articulo anterior, se planteaba la debilidad de las Pymes y su posicionamiento en la cadena productiva, tanto siendo vendedoras o compradoras de insumos producidos por empresas dominantes del mercado.

En efecto, su participación relativa dentro de la cadena de producción se torna altamente dependiente cuando su facturación participa de manera determinante de una empresa grande ya que los productos finales de estas empresas, en procesos inflacionarios, son sometidos a reingenierías .

Es decir, para mantener niveles de rentabilidad y cuotas de mercado aceptables, los productos sufren sustituciones de materias primas, semielaborados, cambios en los procesos, reducciones en las cantidades de su presentación, etc. en definitiva un cambio en las calidades ofrecidas.
O bien, cuando se estableció un standard de calidad que no se quiere abandonar, se buscan lanzamientos de segundas marcas con precios más accesibles pero con calidades inferiores y/o cantidades ofrecidas menores.

Si bien la práctica mencionada en el párrafo anterior es habitual donde se determina por precio las capas de mercado a las que se quiere llegar, estas prácticas se exacerban en periodos inflacionarios

La reingeniería es un proceso adecuado pero que implica inversiones para no quedar fuera del mercado y además atender la licuación del capital de trabajo que se acelera a la velocidad que se ajustan los precios.

Esta licuación, se agudiza por la limitación que encuentran las Pymes en su financiamiento formal, ya que ante su falta recurren a otros instrumentos alternativos, más caros, inducidos por la iliquidez generada en el mercado de dinero.

En esta fase, es necesario también replantear una estrategia de marketing agresiva para obtener presencia y no solo conservar la cuota de mercado si no que también se pueda ganar mercado ante la posible disminución de acciones similares por parte de la competencia.

Una prolongada inflación, con un tipo de cambio administrado (o fijo) provoca que internamente exista inflación en dólares y que la economía pierda competitividad, encaminándose a un límite devaluatorio.
Este limite devaluatorio, obliga a replantearse estrategias de inversión y fomenta el wait and see. En Argentina hoy día hay casos de Pymes productoras de bienes alimenticios que han retirado su marca del mercado y producen lo mismo para terceros (fasón) ya que se encuentran con falta de financiamiento genuino. En estos casos, su horizonte de planeamiento lo tienen muy diluido y lo que aspiran es a mantener solo la empresa en pie hasta tanto cambien las expectativas.
Este cóctel de medidas defensivas y ofensivas tienden a crear un muro de protección para el cual no existe una única receta ya que los problemas aquí planteados pueden llevar a diferentes prácticas donde se evalúan desde fusiones hasta contratos de colaboración entre empresas para enfrentar esta situación altamente conflictiva

En el caso argentino, la devaluación fue el ajuste por excelencia al que se ha recurrido para volver a equilibrar los precios relativos y obtener un nuevo equilibrio.

Después de cada devaluación, su efecto impulsor en la economía no alcanzó para sostener una recomposición del capital productivo, originándose así en cada una de ellas un mayor empobrecimiento, entendido como la expulsión del sistema económico de parte de las fuerzas productivas, es decir, capital y trabajo.

El efecto neto de estas crisis recurrentes fue que nos llevo a padecer graves insuficiencias productivas donde la reactivación se producía por golpes espasmódicos, que no alcanzaron para cumplir con el ciclo del capital.

A esto se suma la poca o nula previsibilidad de estos últimos años, donde se percibe al gobierno como una figura poco creíble ya que prevalece el doble discurso respecto de las medidas que llevará adelante

La inflación en si no es un dato menor y tampoco algo del cual no deberíamos protegernos. Un médico no puede quedarse tranquilo por que su paciente tiene un poco de fiebre, busca hasta encontrar el problema.

Lo mismo con la inflación, no podemos desatenderla, mas en países como los nuestro que la inflación es un mal endémico.

Por tal motivo, me sorprenden algunas declaraciones de colegas destacados restándole importancia a la inflación en Argentina, cuando hemos padecido profundos conflictos sociales y cada administración ha sufrido sus consecuencias por una banalización y las malas prácticas de la misma.

Retomando el análisis, podemos afirmar que en los últimos 40 años (aunque se podría extender) esas malas practicas por falta de Políticas de Estado sostenidas en el tiempo ha llevado a una destrucción sistemática de la capacidad instalada con lo cual se empujo a una profunda insolvencia productiva.

Esta cuestión no es privativa de Argentina ya que la podemos extrapolar a cualquier país teniendo en cuenta solo su marco de referencia y afinando su análisis característico.

Pero estas prácticas que se han mencionado en este documento son ampliamente difundidas y ejecutadas sin importar de que mercado se trate ya que estas adaptaciones se realizan en todos los aspectos del sistema económico solo que en periodos inflacionarios se exacerban y su implementación debe ser mas cuidadosa.

Dr. LE Sergio Vallerga